Jaca - Arrés 25,5 km
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17 de Abril del 2012 a las 7 h. Empieza el movimiento en la habitación del albergue. Hora de levantarse y empezar a preparar la mochila.
La primera sensación son las agujetas en las piernas y ciertos dolores en los hombros por el peso de la mochila. Primera reflexión del día; La próxima vez, me tengo que preparar un poco en los días/semanas previos.
Recojo las cosas, las meto en sus bolsas, me visto, cierro la mochila y me calzo las botas. Ya estoy preparado para continuar haciendo el camino.
8 h. Voy a desayunar a una cafetería cercana, allí coincido con los dos compañeros alemanes y desayunamos juntos. Me explican que en Alemania, el camino es muy conocido ya que cierto escritor explicó sus experiencias en un libro después de hacer el camino. Dicha novela se convirtió en un best-seller. Los dos alemanes han volado desde Alemania hasta el sur de Francia. Su intención es hacer el camino completo.
8.30 h. Me despido de mis compañero con un see you later. Empiezo a caminar y a los 50 m. noto una mano que me toca por la espalda. Es uno de los dos alemanes que me pregunta si me importa que me acompañe en el camino. Naturalmente, le digo que no hay ningún problema. Charlamos animádamente sobre nuestras vidas profesionales, familiares, motivos que nos han llevado a hacer el camino…. además en inglés. Mira por donde, una oportunidad para practicar un poco el inglés. Su nombre es Hellman, tiene 70 años. Le gustó lo que oyó del camino en una entrevista al escritor que vio en la televisión alemana y se ha decidido a hacerlo completo.
9. h. Saliendo de Jaca, coincidimos con el resto del grupo. Cada uno va a su ritmo lo cual hace que nos separemos y nos volvamos a juntar y así de forma sucesiva. Conocemos a dos señores franceses de avanzada edad que también hacen el camino. Hellman y yo continuamos caminando y charlando amigablemente.
Vistas saliendo de Jaca
11 h. Empiezo a notar cierto dolor en la planta del pie izquierdo. Me temo que se me ha formado una ampolla.
Ir acompañado es muy interesante pero en cierta manera te limita. Me habría gustado tomarme más tiempo para hacer fotos, para descansar, ir más lento o más rápido. No pasa nada. Me lo tomo como parte del camino y disfruto de la compañía de Hellman.
Parada para tomar unas barritas energéticas con el amigo Hellman.
Vistas desde el camino.
Estructuras verticales al borde del río. Las han hecho otros peregrinos.
Fent pais
Hellman subiendo por el camino
Panorámica desde la última subida.
13 h. Tras unos 3 kms de fuerte subida, llegamos a Arrés, desfallecidos y hambrientos.
El albergue es de voluntarios hospitalarios. Allí están Eduardo y Paquita, 2 valencianos voluntarios que no se conocían previamente y que han coincidido durante su quincena como voluntarios para cuidar del albergue y dar cobijo a los peregrinos. Nos explican las condiciones del albergue:
Es gratuito, la cena está incluída, la preparan ellos dos y compartiremos mesa todos. Idem para el desayuno. Se paga la voluntad. Teniendo en cuenta que lo que comamos hoy será gracias a la aportación voluntaria de los peregrinos del día anterior. Sobre las 19 h. nos abrirán la iglesia del pueblo y nos la enseñarán. Continuaremos con una invitación a una copa de vino en el bar del pueblo y a las 20 h. será el momento de la cena.
¿ Se puede pedir mayor hospitalidad ?
No hemos comido todavía. El único pueblo que atravesaba la ruta no tenía ningún bar a pie de camino y eso ha hecho que lleguemos sin comer. Después de una buena ducha, me voy con Hellman al bar del pueblo para comer algo.
Este recorte estaba colgado de una de las ventanas en el albergue. Hay que leerla.
Es típico por esta zona colocar por ejemplo un jarrón encima de las chimeneas como espantabrujas.
Panorámica desde el pueblo de Arrés
Estos felinos estaban a la puerta del bar del pueblo.
17 h. Charla en el albergue con los hospitaleros Eduardo y Paquita. Buena gente. Eduardo me habla de las oleadas de peregrinos. Tú coges tu ola de gente y generalmente vas coincidiendo con ellos a lo largo del camino y de los albergues. Es curioso, en este albergue nos comentan que el día anterior estuvo un cura irlandés y ese mismo comentarios se irá repitiendo en los sucesivos días en los siguientes albergues. Paquita me da algo para aliviar las ampollas.
Paquita está preparando unas torrijas. Me da una para probarla. Delicioso.
Torrija preparada por la hospitalera Paquita. Felicidades Paquita.
19 h. Visita a la iglesia de Santa Agueda. Eduardo nos va explicando un poco el contenido de la misma leyendo unos apuntes que tiene. Eso es organización.
Pila de bautismo de la iglesia de Santa Agueda. Curiosamente, es cuadrada.
Iglesia de Santa Agueda.
Santa Águeda de Catania fue una virgen y mártir según la tradición cristiana .
Rechazado por la joven que ya se había comprometido con Jesucristo, el Senador Quintianus intentó con ayuda de una mala mujer, Afrodisia, convencer a la joven Águeda, pero ésta no cedió. El Senador en venganza por no conseguir sus placeres la envía a un lupanar, donde milagrosamente conserva su virginidad. Aún más enfurecido, ordenó que torturaran a la joven y que le cortarán los senos
20 h. Vamos a tomar un vinito al bar del pueblo.
Foto tomada desde el interior del bar.
De izquierda a derecha; Eduardo el hospitalero, David peregrino catalán y los peregrinos segovianos; Elio, Clara y Pedro
20:30 h. Cena comunitaria. Después de 2 días juntos, ya nos sentimos parte de un grupo.
De izquierda a derecha; Pedro (Segovia), los 2 franceses, Eduardo (el hospitalero valenciano), Hellman (Alemania), Elio (Segovia), David ( Barcelona ), Clara ( Segovia y pareja de Pedro ) y Paquita ( la hospitalera valenciana y cocinera de las torrijas )
21:15 h. Vuelvo al bar del pueblo con los segovianos ( Clara, Pedro y Elio ) y Eduardo el hospitalero para ver el partido de la Champions, Bayern-Madrid. El resto de peregrinos se quedan en el albergue durmiendo. Clara no entiende que yo quiera que pierda el Madrid. Espero que esto no estropee una relación que acaba de empezar. La noche me favorece con un buen resultado; Bayern 2, Madrid 1.
22 h. Hora de dormir. La habitación es pequeña y tiene 8 literas. Creo que me espera un buen concierto de ronquidos con lo que saco mis tapones, me los coloco en los oídos y a dormir. Mi último deseo es poder levantarme al día siguiente sin dolores y sin ampollas. Soy un iluso.
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